Seguro te ha pasado: tienes poco dinero o tiempo y debes decidir qué hacer. ¿Ir al cine a ver o comprar ese videojuego que tanto querías? ¿Estudiar para la prueba o salir a carretear con tus amigos? Todas esas decisiones tienen algo en común en economía: el costo de oportunidad.
Ejemplo fácil:
Imagina que tienes $20.000 y puedes comprar una pizza en el mall o ir al cine con un amigo. Si eliges la pizza, el costo de oportunidad es la película que no viste. Si vas al cine, el costo de oportunidad es no comer esa pizza hawaiana. Saber esto te ayuda a pensar antes de decidir y aprovechar mejor lo que tienes.
En el mundo de las finanzas, el costo de oportunidad es una herramienta muy poderosa. Te permite evaluar alternativas, planificar y tomar decisiones más inteligentes, porque todo recurso —dinero, tiempo o esfuerzo— siempre tiene un valor.
En pocas palabras: cada elección tiene un precio invisible, y ese precio es el costo de oportunidad. Aprender a identificarlo te hace más consciente y estratégico en tu día a día.
